Esqueleto psíquico

Abad-MG_0216Los viajes, los lugares donde vivimos unos días, unos meses o una vida, forman parte de nuestro esqueleto psíquico

El lugar en donde nacemos es nuestro punto de partida desde el que iniciamos el viaje, y las preguntas: De donde somos?, de donde sentimos que somos?, de donde queremos ser?, o no ser? Definirse como parte de un único lugar nos limita? Pertenecemos a todos los lugares donde vivimos, donde amamos y donde nos encontramos?, O solo a un lugar que nos define?

Viajar nos permite saber como nos sentimos en otro lugar, encontrarnos con otras personas distintas a las que ya conocemos, o no tan distintas. Donde están las diferencias?, en la luz, en los colores, en los olores, en la temperatura, en el paisaje, en las casas, en las calles, o la ausencia de calles, en la comida, en las armas, en los barcos, en las fábricas………. En tantas y tantas cosas diferentes.

Y lo común?, donde se encuentra lo común?, en la piel, en los huesos, en los ojos, en el cariño, en los besos, en las caricias, en el sueño, en el hambre, en la sed, en la curiosidad, en la sabiduría, en el enfado, en el orgullo, en la capacidad, en la fuerza, en la explotación, en la tristeza, en la violencia.

Y que buscamos cuando viajamos? nos atrae lo distinto y nos reconforta lo común?, lo compartido en cualquier lugar del planeta?.

Cuando llegamos y recorremos lugares, admiramos paisajes, monumentos y museos o acantilados y montañas, llenamos nuestros ojos de imágenes diferentes que permanecen en nuestro recuerdo, y cuando hablamos con las personas que viven allí, cuando preguntamos y nos preguntan, y cuando nos cuentan y les contamos, esas historias permanecen mucho más en nuestra memoria que todos los paisajes y todas las vistas.

Las caras de las personas en cada lugar nos cuentan su vida, y las imágenes que nos traemos de cada viaje pueden ser recuerdos de lugares maravillosos, en los que además sucedían historias.

© Mabel Pérez Simal

 

Un comentario en “Esqueleto psíquico

  1. juanma

    Esperábamos expectantes tu siguiente viaje de LUZ y TINTA…. Y tengo que reconocer que éste último es el que más me ha gustado de todos los que lleváis editados, por cuánto tu relato abarca toda la geografía del ‘Eesqueleto psíquico’..

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